La pornografía deteriora tu vida sexual. Sí, es totalmente contrario a lo que tratan de vendernos.

Una encuesta reciente con usuarios de pornografía arrojó que el 19% de ellos sufría de eyaculación precoz, el 25% no tienen interés de tener relaciones sexuales con su pareja, el 31% tienen dificultades para llegar al orgasmo y el 34% presenta disfunción eréctil.

Es más, el grupo estudiado, después de comprometerse a no ver pornografía y a no masturbarse, presentó un 60% de mejoría en su actividad sexual matrimonial.

Muchas personas piensan que ver pornografía despierta la líbido pero todo lo contrario, la destroza.

El siguiente punto es que conduce a la insatisfacción matrimonial. Un estudio reveló que hombres que consumían pornografía se sentían menos atraídos por su pareja que los que no.

El hecho es que la pornografía no es solo fantasía, sino que en la realidad hace muy difícil establecer una relación amorosa debido a que muestra que las relaciones sexuales pueden ser fáciles y rápidas; entonces, las relaciones matrimoniales se muestran como complejas y complicadas y eso destruye el romanticismo.

Otro punto importante es que la pornografía es la puerta de entrada de la infidelidad. Sí, incrementa la infidelidad matrimonial en un 300%.

La pornografía también está vinculada al estrés, a la depresión y a la ansiedad. Las personas que por ejemplo practican el cyber sexo o el sexting, son más propensos a estas enfermedades que las que no, y esto puede tener un impacto no solo en nosotros sino en nuestra pareja.

Finalmente y está comprobado, revísenlo, investiguen y estudien, que la pornografía sí altera el cerebro, lo altera físicamente  porque el consumo de la pornografía genera dopamina. Estudiosos de la Universidad de Cambridge compararon el cerebro de los adictos a la pornografía con los adictos a las drogas y eran iguales. Lo más triste es que la pornografía muchas veces nos lleva a querer consumir no solo más pornografia sino pornografía más violenta.

Si creen que exagero los invito a buscar en YouTube la entrevista que le hicieron la noche antes de aplicarle la pena de muerte a Ted Bundy, uno de los asesinos en serie más violentos de los Estados Unidos: ahí dice que, efectivamente, fue la pornografía la que detonó la violencia.

Así que amigos no dejemos que la pornografía entre en nuestra relación; y si ya está ahí, debemos trabajar muy duro para sacarla, razones hay de sobra.

© 2017 – Giuliana Caccia Arana para el Centro de Estudios Católicos – CEC

Giuliana Caccia Arana

Giuliana está casada y tiene dos hijos. Comunicadora social (Universidad de Lima) y Master en Matrimonio y Familia (Universidad de Navarra, España), es creadora de La Mamá Oca y autora del libro “Educación en serio. Reflexiones para ser los padres que nuestros hijos necesitan” (Ed. Planeta/Sello Diana). También es Directora del área de Familia del CEC.

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