Hace poquísimas semanas, los científicos que asistieron a la reunión anual de la Asociación Americana de Urología, presentaron un estudio muy interesante que advierte que la pornografía puede destruir la vida sexual de los hombres. Lo que les estoy diciendo no tiene nada que ver con un juicio moral ni ético. Es una realidad científica de este estudio que vamos a comentar.

Los investigadores, dirigidos por Matthew Christman, que es el director ejecutivo del Programa de Urología Pediátrica en el Centro Médico Naval de San Diego, informaron que aunque la pornografía puede afectar de manera “trivial” la vida sexual de la mujer, no sucede lo mismo con la del hombre, pues en estas encuestas salió claramente que los hombres que consumían pornografía, normalmente, se desinteresaban por los encuentros afectivos personales con sus parejas.

La encuesta principal se aplicó a 312 pacientes del mismo grupo de edad y estilo de vida, y encontraron que había una estrecha relación entre el uso excesivo de la pornografía y la disfunción sexual.

Aquí dice que el 20% de los hombres, aproximadamente, informó que consume pornografía de 3 a 5 veces por semana y casi el 4% de los hombres reportaron que preferían masturbarse viendo pornografía, en vez de mantener relaciones sexuales con una pareja.

También, encontraron los investigadores, que había una correlación entre los hombres que utilizan pornografía con frecuencia y aquellos que informaron la falta de deseo y satisfacción sexual, así como la disfunción eréctil. Las dos encuestas, también, arrojaron luz sobre cómo los hombres y las mujeres están eligiendo consumir la pornografía en línea.

¿Esto qué quiere decir y qué conclusiones trajo? Que, efectivamente, la pornografía se estaba convirtiendo en una pandemia, que no solamente estaba malogrando las relaciones entre los hombres y las mujeres sino que también se ha convertido en uno de los motivos principales de la destrucción de los matrimonios, es decir, generan muchos divorcios en la actualidad.

¿Por qué la pornografía daña? Y es porque se vuelve un hábito que aísla a las personas que la consumen y si se vuelve un hábito o un vicio, efectivamente, las aleja totalmente de su familia y de sus seres queridos.

Además, te condiciona a un tipo de sexualidad que no es real. Lo que normalmente vemos en una pantalla, en una película o en un video pornográfico, no se va ajustar a una realidad cotidiana, de una relación cotidiana, común y corriente entre un hombre y una mujer.

Por eso eleva las expectativas y cuando tú te enfrentas a la realidad te sientes frustrado porque no encuentras lo mismo que en una película. Pero es eso, es ficción, es fantasía pero muy peligrosa porque destruye lo que más quieres en el mundo: tu familia.

Si quieren investigar más sobre este estudio ingresen al siguiente enlace.

© 2017 – Giuliana Caccia Arana para el Centro de Estudios Católicos – CEC

 

Giuliana Caccia Arana

Giuliana está casada y tiene dos hijos. Comunicadora social (Universidad de Lima) y Master en Matrimonio y Familia (Universidad de Navarra, España), es creadora de La Mamá Oca y autora del libro “Educación en serio. Reflexiones para ser los padres que nuestros hijos necesitan” (Ed. Planeta/Sello Diana). También es Directora del área de Familia del CEC.

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