El Abierto de Francia, Roland Garros, es uno de los 4 torneos de tenis más importantes del mundo. Junto a Wimbledon, US Open y Australia conforman el Grand Slam del tenis.

Roland Garros es el único de los grandes campeonatos que se disputa sobre arcilla. Se realiza en París todos los años, entre los meses de mayo y junio. La arcilla es una superficie que suele favorecer a los europeos del sur, como los españoles, y a los sudamericanos, porque es el tipo de cancha en la cual, usualmente, se han desarrollado como jugadores y por eso se sienten muy a gusto.

El presente campeonato está siendo marcado por algunos acontecimientos que yo quisiera destacar. El primero de ellos, fue el regreso de la checa Petra Kvitova luego de muchos meses de ausencia, en razón de unos cortes sufridos en su mano izquierda. Kvitova fue víctima de un feroz robo seguido de ataque con cuchillo en su propia casa. Como es zurda, estuvo amenazada de no poder jugar más al tenis profesional. Luego de su sufrimiento y de la incerteza acerca de su regreso, fue muy emocionante ver el cariño con que la acogieron de vuelta las demás tenistas y el público francés.

Un segundo evento fue la lesión del español Nicolás Almagro. En medio de un estrecho partido contra Juan Martín del Potro, Almagro se echó en llanto al piso. Resulta que acababa de sufrir una lesión más, entre otras que le vienen aquejando en los últimos años. Del Potro, jugador argentino que también ha tenido su carrera interrumpida varias veces por graves lesiones en los dos puños, cruzó la red y fue a consolar a Almagro que lloraba de manera conmovedora. Él sabía muy bien lo que su compañero estaba vivenciando.  

En la misma línea, el belga David Goffin, número 12 del mundo, se lesionó el tobillo en una fea caída durante el partido contra el argentino Horacio Zeballos. Tan seria fue la lesión, que Goffin tuvo que abandonar el partido y salir cargado de la cancha. Pero en medio de sufrimiento del belga, algo muy hermoso fue ver como el argentino recogía las raquetas, toallas y demás pertenencias de Goffin, para luego acompañarlo hasta los camarines.

Creo que estos 3 eventos son algunas manifestaciones muy concretas de la misericordia en el mundo del deporte. Ser misericordiosos es sentirnos en comunión con el que está sufriendo. Es ser solidarios con el dolor del próximo, con aquel que experimenta su corazón miserable, como indica la etimología de la palabra. Por eso, la misericordia nos invita a acompañar, ayudar y apoyar al que pasa por dificultades.

¡Qué hermoso testimonio dieron estos tenistas en Roland Garros! El deporte de alto rendimiento es sumamente competitivo, pero es fundamental que nunca se pierda el sentido integral del juego, que va mucho más allá de la victoria.

El auténtico deporte es aquel que ayuda a la plenitud de la persona. En él, lo que debe primar es la grandeza humana. Fue exactamente lo que pudimos ver en estos sucesos en Roland Garros. Además, por el poder testimonial del deporte, estas manifestaciones de misericordia tienen un impacto positivo muy grande en la sociedad. Sin duda, el que busca vivir la misericordia es un gran atleta del cuerpo y del espíritu.         

© 2017 – Alexandre Borges de Magalhães para el Centro de Estudios Católicos – CEC

 

Alexandre Borges de Magalhães

Alexandre nació en 1972 en Brasil. Es Bachiller en Teología y Licenciado en Pedagogía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. En la actualidad es el Coordinador General del Movimiento de Vida Cristiana MVC. Reside en Lima (Perú).

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