Hace un año me buscaste y me dijiste: “Ricarte, estoy muy triste. Lo que pasa es que hace una semana terminé con el hombre que pensé que iba a ser el hombre de mi vida”.

¡Qué pena!, te dije. Y, ¿cuánto tiempo estuviste con él?

“Bueno, en verdad, poco tiempo. Apenas y dos meses”.

Bueno, hasta ahí trabajamos el tema del duelo, del final, de un romance que no fue. Pero, ¿sabes qué pasa? Y me sorprende y quiero contarte. Hace una semana me has vuelto a buscar. Ha pasado un año y todavía sigo llorando. Me has dicho: “¿Ricarte, qué hago? Sigo llorándolo.  Aún estoy muy triste, lo vi pasar y, ¿sabes qué? Se va a casar”. “¡Dios!…”, me has dicho, “…¿por qué todavía lo estoy llorando?”

Y yo te digo: El error está en creer que lo que lloras es a él. Estás llorando la pérdida no de él. Estás llorando el encuentro con el vacío que había en tu alma antes de él.

Si algo sirvió en tu vida fue para redescubrir que hay una necesidad pendiente de ser asistida en tu alma.

Alguien dice: “Lo que duele se llama vacío”. Vacío que pretendemos llenar muchas veces con compensaciones, como con romances temporales, como duelos eternos. Porque, ojo, muchas veces nos dura más este romanticismo que surge en el duelo que no acaba, que el romance mismo.

¡Vive! ¡Sonríele a la vida! Ese hueco que tienes inmenso y que te duele sólo va a ser llenado con el amor verdadero, que está esperando por ti pero cuando te atrevas a tomar el riesgo de vivir plenamente.

Ricarte Cortez

Psicoterapeuta Familiar – Médico

Médico General. Egresado de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Post Título en el Instituto Familiar Sistémico de Lima – IFASIL - como Terapeuta Familiar Sistémico.
Conciliador Extrajudicial Familiar. Capacitador de personal de las Defensorías del Niño y el Adolescente.
Comunicador Social. Conductor de programas de radio y televisión.
Investigador en: violencia familiar, mediación y epistemología sistémica.
Conferencista.
20 años de experiencia como Terapeuta Sistémico.

View all posts

1 comment

Deja un comentario