¿No es mucho más entretenido vivir la vida, bailando y riendo… que solamente vivir en esos eternos misterios dolorosos que tanto abundan?

Hoy les quiero contar una experiencia personal, que viví hace muy pocos días haciendo ejercicios espirituales acá en Chile.

Ya llevo varios en el cuerpo, siempre había ido con alguna pregunta que me quería hacer o con algo que estaba muy difícil de resolver o de repente con tanta, tanta, tanta pena en el corazón… que lo único que hacía era llorar todos los ejercicios.

Pero esta vez me paso algo super diferente, lo único que sentí desde que llegue hasta el último día fue una sensación de gozo de felicidad que como que me envolvía. Yo incluso le preguntaba al acompañante, uno tiene un sacerdote que te acompaña o un laico que te acompaña… ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Por qué estoy así?! Encuentro raro sentirme así tan feliz, tan alegre y él con muy sabias palabras me dijo: “¿Oye? ¿No será que Dios solamente quiere hacerte sentir así?

Y bueno fue muy raro, porque cuántas veces uno tiene la oportunidad en la vida de agradecer… de realmente agradecer ese toque de Dios en la vida de uno… experimentar el gozo de haberse sentido amado y tocado por Dios desde el inicio de nuestros tiempos hasta hoy día.

¿Quizás nos da miedo reconocer lo bueno que tenemos? o, ¿tal vez estamos tan acostumbrados a desviar la mirada a lo que nos falta, a lo que no tenemos, qué nos cuesta muchísimo reconocer lo que sí tenemos? o incluso puede ser que sea más fácil reconocer nuestros defectos que nuestras virtudes, que no tengamos la valentía de verlas. Cualquiera sea la razón yo te quiero decir que sí se puede, ¡sí se puede!

Hoy te quiero hacer una invitación… detente…para un poco… ¿qué son esas cosas que quieres agradecerle a Dios? Seguramente hay varias. ¿Cuáles son esos momentos que Dios te ha regalado? y que Dios te los da y te los da gratuitamente, ¿cuales son? Y sí de repente no se te ocurre o no tienes la valentía para realmente mirarlos, reconocerlos, bueno, ¡pídele a Dios la ayuda! Yo lo hice así, yo al principio me sentía rara… así, yo decía… pero haber, si estoy en un lugar en donde tengo que rezar, donde tengo que rezar… y de repente dije: oye bueno, si Dios quiere esto, yo me voy a quedar callada y voy a dejar que Él entre y haga lo que quiera hacer…

¡Gózate, eternamente en esa alegría de ser tocado por Dios día a día! Gózate con el Señor y baila… baila la vida!  

María Jesús Vacarezza

María Jesús es Periodista y Licenciada en Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile y durante toda su vida profesional ha servido en diversas instituciones sociales como son TECHO, Fundación Paréntesis y Fundación Trabajo para un Hermano.

Además ha participado en proyectos sociales como son Misión País, Trabajo País, Misión de Vida, entre otros y vivió una experiencia comunitaria durante 11 meses en la Población La Bandera de Santiago de Chile.

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