¡Año Nuevo! ¡Eeeh! ¡Ah, voy a tomar! ¡Qué rico! Voy a tomar uno… no, sí, uno… uno, uno solo… sí… ¡ya, dos!… ¡ya, tres! ¡Qué importa!… ¡ya, cinco, seis! ¡Qué importa si es año nuevo! ¿No? ¿Hay cachao’ que en una sola noche uno quiere tomar todo lo que no tomó en el año? ¡En una noche! Uno quiere como que… borrarse.
Yo creo que no hay que borrarse, porque es entretenido acordarte de lo que hiciste ese día, o sea, acordarte de que lo pasaste bien con tus amigos, que… no sé poh’, que tomaste, pero tomaste pasándolo bien; que viste los fuegos artificiales; con quién conversaste, con quién no conversaste; con quién te encontraste…
Mi consejo, es que quizás no te excedas tanto en tomar, quizás, si no te excedes, puedes ser consciente tanto de esa noche, como del año que tuviste y realmente hacer un balance bien, consciente, claro, de lo que realmente pasó y no pasó y de qué puedes aprender del año.
Así que, en este Año Nuevo, ¡No te borres!
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