Si tienes una carrera, entrenas. Si tienes una comida importante, te preparas y te vistes adecuadamente. Si tienes un exámen, estudias. Para esta Semana Santa, ¿cómo te has preparado?
Quiero recomendarles tres formas de prepararnos prácticas y tres formas espirituales, para estar a punto para esta Semana Santa.
El primer consejo práctico que te quiero dar es: planea bien tu Semana Santa, piensa a qué liturgias y dónde vas a ir. Si vas a ir a un retiro, a una charla, qué es lo que vas a hacer. ¿Por qué es importante prepararse? Porque cuando llega el día estamos cansados, como no nos hemos decidido, decimos, mejor voy a otra cosa, etc. y se nos pasa, se nos pasa y se nos pasa el tiempo y al final, no fuimos a lo que de verdad era importante y cuando termina la Semana Santa, nos arrepentimos.
Segundo, es muy importante que te prepares en un ambiente de recogimiento durante toda esa semana. La música, la interacción en las redes sociales, qué cosas ves en la televisión, etc., en general que todo lo que te rodea sea en un espíritu de recogimiento. ¿Para qué? Para que justamente lo que vas a vivir espiritualmente pueda entrar de una manera más armónica a tu corazón.
Tercero, piensa con quiénes vas a pasar esta Semana Santa. Si es que de verdad quieres vivirla de una forma espiritual, participando de las liturgias de la Iglesia y estás con gente que quiere simplemente divertirse, evidentemente que va a ser un problema para ti. Es importante estar rodeado de personas que quieren vivir lo mismo que tú quieres vivir.
Y los tres consejos espirituales para prepararte para la Semana Santa, tienen un mismo título: perdón.
En primer lugar, prepárate pidiéndole perdón a todas aquellas personas que has ofendido. Es importante cuántas personas hemos ofendido y no le hemos pedido perdón aún.
En segundo lugar, perdona tú a aquellos que te han ofendido. Piensa en esas personas de tu familia, de tus amigos, de tus cercanos, aquellas personas a las que les tienes cierto rencor, aquellas personas que no estás llamando hasta que él o ella se disculpe, este es un momento adecuado para perdonar.
Y tercero, que bonito es pedirle perdón a Dios en el sacramento de la Confesión. Entrar a la Semana Santa con el corazón limpio, con el corazón libre, habiendo pedido perdón a los demás, habiendo tú perdonado a los demás y habiéndole pedido perdón a Dios. Así tu corazón estará limpio, estará libre. ¿Para qué? Para acoger la gracia que Dios te quiere entregar en estos días santos y así poder gozar la Pascua de Resurrección.
¡Qué Dios te bendiga!
© 2017 – P. Sebastián Correa Ehlers para el Centro de Estudios Católicos – CEC
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